
Queridos socios:
Esperamos que vuestras vacaciones (o las de vuestros peques) hayan empezado en condiciones… Nosotros estamos bien, aunque un poco tristes porque el año que viene Maty y su eterna sonrisa no nos acompañarán en el AMPA.
Ella siempre ha sido un faro para el AMPA: alguien a quien escuchar en caso de duda porque sus consejos e intervenciones siempre estaban cargados de empatía, de amor, de querer ayudar al prójimo, de querer hacer a los padres del Baíllo la vida más sencilla.
Por eso la vamos a echar tantísimo de menos, porque sus valores eran (y son) los que pretendemos transmitir desde el AMPA: era su encarnación, y siempre, absolutamente siempre, estaba más que dispuesta a ayudar de forma completamente altruista.
Te vas, queridísima amiga, pero nos dejas tu buen hacer y tu cariño como las mejores enseñanzas.
Ésta es y será siempre tu caseta 😉